domingo, 3 de febrero de 2013

Laster arte

Es domingo por la tarde, y la ciudad parece sumida en un letargo sereno y perezoso. Mi ama escribe, canturrea y pone lavadoras mientras yo la observo inmersa en la coreografía de su rutina. Sé que se mantiene ocupada porque si se queda quieta cabe la posibilidad de que se le llenen los ojos de lágrimas, y es preferible que eso no suceda. En Bilbao ya llueve suficiente.

Este fin de semana tuvimos nuestros primeros visitantes. Hemos compartido - y me incluyo porque ambos me hicieron carantoñas todo el fin de semana - casi cuarenta y ocho horas de conversaciones, risas, paseos, recuerdos y deseos futuros.

No se trataba, sin embargo, de una mera visita de cortesía. En apenas unas semanas dará comienzo para ellos una nueva aventura que se los llevará varios husos horarios y varias vidas al oeste. Será una aventura fascinante y maravillosa, aunque ellos no lo sepan todavía porque la incertidumbre provoca temor; las ardillas tenemos un sexto sentido para este tipo de cosas.

Pero el caso es que se van. Se van de verdad.

Por eso cuando nos despedimos mi dueña los abrazó un poquito más fuerte y durante más tiempo del habitual. Volverán a verse, qué duda cabe, aunque la fecha y el lugar del próximo chai latte sean aún una incógnita; hay amistades permanentes que se nutren de encuentros intermitentes. En su equipaje se llevan una polizonte que ha acompañado a mi humana desde 2003, a pesar de que en realidad lo que le habría gustado regalarles habría sido un pedazo de su buena estrella para que cuide también de ellos a partir de ahora. Si alguien sabe cómo envasarla al vacío que me avise.  A cambio, en adelante el cuaderno de mi ama custodiará una fotografía desde la que varias amigas sonrientes le devolverán su mirada interrogante.

Es domingo por la tarde. La ría se desliza de puntillas para no romper el hilo de nuestros pensamientos. Observo alternadamente el hueco en la alacena y a mi dueña, ambas prácticamente igual de vacías, y siento un poquito de lástima por esta generación de simios devenidos en aves migratorias.

Boa viagem, garota de Ipanema.